SANTIAGO. La Iglesia Católica dominicana calificó hoy como una mentira "vulgar" las denuncias "alegres" que formulan Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y organismos internacionales en las que acusan al país de practicar el racismo y la discriminación contra los inmigrantes haitianos.
El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano y arzobispo de Santiago de los Caballeros (norte), monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, dijo a la prensa que estos organismos manipulan datos con el único propósito de hacerle daño al país.
Indicó que las denuncias en contra de República Dominicana, que definió de "injustas", tienen el propósito de distraer en torno a los agobiantes problemas que afectan a Haití y en cambio seguir "endosándolos" a este país.
"Ningún otro país como República Dominicana se ha echado encima los problemas de Haití", exclamó De la Rosa y Carpio.
El mitrado católico se quejó porque esas organizaciones cuando hacen sus denuncias "alegres" no informan de los recursos que invierte el Estado Dominicano en atenciones sanitarias a inmigrantes haitianos indocumentados, así como de los servicios a parturientas haitianas, que cruzan la frontera para esos fines.
De la Rosa y Carpio dijo también que las calles de las principales ciudades dominicanas están "repletas" de mujeres, niños y hombres de nacionalidad haitiana que piden limosnas a conductores y transeúntes, lustran zapatos, los cristales de los vehículos y venden artículos y mercancías.
En octubre pasado dos relatores especiales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que visitaron el país aseguraron que en el país existe una actitud racista "profundamente arraigada" contra determinados grupos, entre ellos, los haitianos, sus descendientes y los de raza negra.
Los expertos, sin embargo, consideraron que en la nación caribeña no existe una política estatal de discriminación.
En República Dominicana residen centenares de miles de haitianos, en su mayoría indocumentados.
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