
Lorenzo Jiménez (Kelvin), narró que trabaja en la torre Don Luis, donde Marlin y Marlon iban solo los fines de semana.
Dijo que el día que desapareció la adolescente, Marlon se le acercó y le pidió que si su madre preguntaba por él dijera que no lo había visto.
Al otro día alcanzó a ver que Marlin llegó llorando y que al preguntarle que le pasaba ésta le dijo que la novia de su hijo estaba desaparecida.
En ese momento Marlin le preguntó si Marlon había estado en el apartamento, pensó negarse, pero al verla llorando le contó la verdad.
“Ella me dijo que quería ver la cámara y yo la llevé al cuarto”, añadió Kelvin, quien aseguró que en dicha grabación se veía a Marlon subir al apartamento, que miraba a todos lados como buscando algo y delante de él (Marlon) un joven a quien no supo identificar.
Más tarde en la cinta se ve a Marlon bajar con un saco color amarillo y en ese momento Marlin “se puso las manos en la cabeza y gritó ¡Ay santísimo!”, explicó Kelvin.
Marlon puso el saco en el baúl de un carro Toyota color gris, en el que había llegado.
Añadió que la puerta del cuarto donde se encuentra el control de cámaras tenía el llavín roto al día siguiente de Marlin haber visto los videos del edificio.
Durante el interrogatorio Kelvin certificó que todo lo dicho, es lo mismo que había contado durante los días que estuvo detenido siendo interrogado y donde recibió golpes por partes de los policías.
Al ser preguntado si había hecho una denuncia formal al fiscal del caso del los abusos recibidos en la cárcel, respondió que no “ya tenía los palos arriba, ¿Para qué iba a decírselo?”-
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